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CREATIVIDAD PERSONAL
MEJORES PERSONAS
La creatividad es algo que relacionamos rápidamente con los genios del arte y de la música, con el diseño y la publicidad. A menudo se habla sobre la necesidad de ser creativos en el aula como docentes. Por ejemplo, variando las actividades, ajustando el currículum a las necesidades del grupo, siendo flexibles, aportando nuevos proyectos al centro…
Sin embargo, la creatividad es una actividad patrimonio de todo ser humano, aplicada en la vida cotidiana para los más diversos fines y modos; sobre todo, para tener una vida más plena y significativa, para ser mejores personas.
CREA TU VIDA
Por creatividad entendemos la ‘capacidad para plantearse nuevos problemas o para resolver los ya conocidos de manera distinta, ofreciendo soluciones innovadoras’.
Pero la creatividad es la capacidad que nos permite crear nuestra vida. Creatividad: crea-ti-vida-d: crea-tu-vida. Es una fortaleza a desarrollar para ser personas más plenas y felices, dentro y fuera del aula. Si algo he aprendido es que primero las conquistas se logran en el terreno personal y familiar, luego, son llevadas al aula. Como docentes, somos mucho más que una mente llena de conocimientos y datos: somos personas que irradiamos lo que atesoramos y contagiamos lo que hacemos. Si a menudo nos quejamos de la motivación de nuestros alumnos, preguntémonos qué tal vamos de eso primero nosotros mismos y si es eso lo que contagiamos en el aula, o es —más bien— tibieza, cansancio o hastío.
Cuando tenemos un problema o una dificultad, la creatividad nos permite encontrar caminos, puertas y soluciones para resolverlos o encontrar la mejor manera de afrontarlos.
La creatividad se une a otras fortalezas humanas para brillar y empoderarnos como seres humanos: resiliencia, motivación, empatía, sociabilidad, cooperación, asertividad, etc.
Las emociones, los valores y las creencias son tres aspectos que
funcionan con ella, potenciándola o anulándola
CREATIVIDAD Y EMOCIONES
La creatividad está muy vinculada a las emociones. Un estado emocional bajo o negativo, como tristeza, depresión o pesimismo, coartan la creatividad e impiden su desenvolvimiento. Esos estados emocionalmente bajos activan un estado de defensa (y ataque) colocándonos en modo “supervivencia”, volviéndonos reactivos y faltos de creatividad. Actuamos así de manera automatizada y neurótica.
Sin embargo, cuando estamos bien, cuando tenemos emociones positivas, alegría y confianza nos es más fácil asumir los problemas como oportunidades para aprender, crecer y superarnos. Adoptamos una actitud creativa que nos vuelve proactivos, enfocados y con ganas de superar esos retos personales que sin duda siempre la vida nos plantea.
Actuamos así de manera fluida, fresca y buscando nuevas maneras de ser y actuar, creciendo con los problemas y crisis en lugar de sufrir y cargarlos con una actitud victimizadora.
El nivel de nuestras emociones se adquiere, pero también se puede mejorar y subir de nivel. Se puede trabajar con las emociones de dos formas:
A partir de los autodiálogos. Observemos cómo nos hablamos, qué mensajes nos decimos, de qué manera nos tratamos. Cuanto más positivos, apoyadores, comprensivos y considerados seamos con nosotros mismos más creativos nos volvemos.
A partir de las creencias adquiridas de quiénes somos, para qué valemos y cuánto.Cuanto mejor sea nuestra auto imagen y autoestima más creativos somos.
CREATIVIDAD Y CREENCIAS
Como en un ordenador o teléfono inteligente, nuestras creencias son verdaderamente nuestro sistema operativo. Permite unas funciones y otras no, podemos instalar ciertas aplicaciones y otras no. Podemos hacer unas cosas y otras no. Conforman nuestra manera de abordar el mundo, cómo lo conceptuamos y lo sentimos, cómo actuamos en él y con qué gafas lo vemos.
Desde la más tierna infancia construimos el sistema de creencias y luego suele mantenerse toda la vida. Salvo que, comprendiendo nuestras disfunciones en la vida, tiremos de fortaleza para revisar qué es lo que no está funcionando bien, qué se puede mejorar y qué nos está limitando tanto como para ser un poco más felices o desarrollar nuestros talentos y capacidades.
Si solemos cambiar de móvil cada dos años de media, ¿por qué sin embargo nos cuesta tanto cambiar nuestro sistema de creencias?
Por comodidad y por miedo.
Nuestro cerebro está diseñado para que sobrevivamos, pero no para hacernos felices. El cerebro suele automatizar la mayoría de sus funciones conscientes observadoras, evaluativas y ejecutivas. Todo en busca de la mayor economía y el menor esfuerzo.
MUTATIS MUTANDIS
Es una suerte que no tengamos que aprender a montar en bici o conducir cada día, que nos acordemos de hablar idiomas aprendidos. Pero es un fastidio reaccionar siempre de la misma manera ante un asunto y saber que eso no nos funciona nunca.
Y todavía seguimos creyendo que nos va a funcionar, la neurosis es creer que haciendo siempre lo mismo obtendremos un resultado diferente y deseado por arte de magia.
Sólo cambiando lo que hacemos podemos conseguir resultados distintos.
ZONA DE CONFORT Y APRENDIZAJE
La creatividad en la vida se encarga de que pongamos en marcha resortes para salir de esos automatismos y aprender nuevos maneras de ser, sentir y ver la vida.
Solemos alojarnos siempre en una “zona de confort” en la que nos sentimos seguros y tranquilos.
Pero las crisis se encargan de sacudirnos para salir de ella en busca de nuevos aprendizajes.
El problema es que para llegar a la “zona de aprendizaje” hemos de atravesar la “zona de pánico”, afrontar nuestros miedos, cuestionar nuestras certezas y lanzarnos al vacío de la incertidumbre.
Todo eso nos da mucho miedo; es un miedo esencial, natural; pero que hay que superar si queremos ser creativos y avanzar sobre nuestras dificultades.
Pues la creatividad necesita romper con lo que ya sabemos, con nuestras certezas, cambiar la perspectiva personal, asumir una nueva y reconsiderar todas las cosas para encontrar nuevas soluciones creativas.
Por eso, las personas con una escala emocional más alta y positiva suelen ser más creativas que aquellas con actitud negativa o pesimista.
AUTOESTIMA Y AUTOCONCEPTO
Además, dentro de las creencias están las relacionadas con el auto concepto y la autoestima. ¿Cómo me considero y cuánto me amo? Generalmente estas consideraciones tan íntimas se han gestado también en la relación con nuestros padres, que actuaron como primeros espejos de nuestra identidad.
Revisar y sanar esos vínculos primordiales es un ejercicio sano, necesario, que nos libera de muchas creencias limitantes y nos permite salir de los autoboicots. Porque los peores enemigos no están fuera, como solemos creer, sino dentro. Y hay que trabajar para evitar los sabotajes de nuestras zonas heridas o dormidas.
También todo lo que creemos que los demás piensan de nosotros nos afecta para ser creativos. Cuanto más pendientes estemos del “qué dirán” más limitados estaremos para salir de lo acostumbrado.
Sobre la autoestima hemos de comprender y asumir que no podemos dejar que sea la valoración externa de los demás quienes nos de el valor y el amor que intrínsecamente hemos de sentir por nosotros mismos, más allá de cuáles son los resultados que obtenemos en la vida.
Sólo valorándonos y amándonos incondicionalmente somos capaces de acoger y dar cariño a los demás en la pareja, la familia o en la amistad, evitando relaciones tóxicas o incorrectas. Y eso nos convierte en docentes comprensivos que tratamos con consideración a nuestros alumnos, a pesar de las muchas presiones que recibimos en nuestra profesión, aportándoles lo que necesitan para ser mejores personas.
Cuanto más pendientes estemos del “qué dirán”
más limitados estaremos
La buena noticia es que la creatividad se puede trabajar. Nuestro cerebro es plástico, dúctil. Y practicando el pensamiento creativo podemos mejorar nuestras capacidades.
Así que para ser creativos no sólo hemos de desarrollar la creatividad misma, sino realizar un necesario y vital trabajo sobre uno mismo para actualizar nuestro sistema operativo a su mejor y más moderna versión, ampliando nuestro campo de visión limitante y permitiéndonos crecer a nuevos niveles de conciencia y plenitud.
CREATIVIDAD EN LA VIDA COTIDIANA
Si tengo un “por qué” y sobre todo un “para qué” podré soportar cualquier “cómo”. Cuando tengo metas en la vida tengo rumbo, tengo dirección, propósito. Es importante marcase metas y —luego— dividir esas metas en objetivos concretos, alcanzables, medibles, colocados en el calendario y conseguidos a través de tareas.
Por ejemplo, si quiero mejorar mi situación económica tendré que observar cuáles son mis creencias limitantes: creer que cuesta mucho hacer dinero, que es malo tener dinero, etc. Comprender cómo estoy viviendo limitado en este aspecto, siguiendo seguramente formas de considerar el dinero que no son propias, sino adquiridas de otros.
Luego ver qué es todo lo que puedo hacer para salir de mi zona de confort con respecto a la riqueza, proponer acciones, concretar, recibir formación financiera o profesional adecuada, consultar con expertos, aprender y aprender y volver a aprender, etc.
Y, finalmente, marcarse metas, objetivos y acciones encaminadas a mejorar la situación. En todo ese camino de crecimiento personal , profesional y familiar aparecerán muchos miedos y resistencias. Atraviésalas —afróntalas—confiando en ti mismo, amándote y aceptándote mucho (con todos tus errores) y verás que, más allá de todos esos miedos que aparecen, te espera un horizonte de prosperidad.
PROPUESTAS CONCRETAS
1
Revisa una situación personal no deseada que se repita, un problema, un conflicto. Obsérvate en esa situación y reflexiona: ¿Qué estoy defendiendo? ¿De qué tengo miedo? ¿Cómo me siento? Ahora sal de tu cabeza y sé capaz de imaginar cómo lo resolverías, de cuántas maneras posibles y cuál sería la mejor solución con la que todas las partes implicadas ganen.
2
Ejercítate en cambiar de hábitos, hacer cosas desacostumbradas. Por ejemplo cambiar la ruta para ir al trabajo, cambiar de planes, empieza una nueva afición, etc.
3
Ejercitar la observación profunda de las cosas. Una observación sin etiquetas ni juicios de bueno-malo, sin miedo ni expectativas… Observar el propio mundo interior y el exterior y aceptar lo que es.
4
Puedes aprender y trabajar la creatividad en una actividad artística ya sea musical o visual. Las artes, como tarea gratificante sin las expectativas del reconocimiento de un artista, se disfrutan mucho y nos permiten en el proceso aprender a fluir, disfrutar, encontrar nuevas soluciones, ser conscientes de nuestras resistencias y dificultades, aprendiendo a ser más positivos y creativos.
UPDATE
Actualizar nuestro sistema operativo, crecimiento y
transformación personal
Los problemas y las crisis vienen para hacernos crecer, para sacarnos de nuestro pequeño mundo y aprender a ampliar nuestra conciencia, desarrollar fortalezas y madurar como personas. La creatividad es una actitud de vida que “mira de frente”, sin esquivar, para ejercitar nuestro interior, siendo aprendices de sabios, destilando perlas de sabiduría en cada experiencia; y, luego, llevar todo ese tesoro interior a las personas con las que nos encontramos, a nuestra familia, a los amigos… y al aula.
El único límite a tu crecimiento eres tú mismo. Sé creativo y amplia tus horizontes para descubrir nuevos tesoros interiores y compartirlos con los demás a través de una ayuda, un acompañamiento, una acción concreta, un ejemplo… Dando más recibimos también más; la vida regala más a quienes dan lo mejor de sí mismos en cada oportunidad.
Ser creativos es crear la vida que anhela nuestra parte más crecida y luminosa. No podemos separar nuestra vida profesional de la personal. El crecimiento siempre es esférico en todas las parcelas de nuestra vida.
Sigue formándote a nivel técnico en la parcela qu necesites: evaluación, gestión de aula, resolución de conflictos, metodologías… Y, además, atraviesa tus crisis de crecimiento ampliando tu zona de aprendizaje; encontrarás el cómo para ser más creativo en tu vida y en el aula.
Si algo me ha enseñado mi experiencia personal es que cuando cambia el docente cambia la educación.
Una señal inequívoca de que estamos siendo creativos, en nuestra vida y en nuestra profesión docente, es el nivel de bienestar alcanzado, de autorrealización y de servicio a la comunidad educativa.
Arranca un nuevo curso, una nueva oportunidad para mejorarnos como docentes y como personas.
¡Preparemos el barco, tracemos el rumbo, tomemos el timón y adelante!
Buen viaje, navegantes